viernes, 22 de mayo de 2009

ENDIOSAMIENTO DE LA CIENCIA POSITIVA

Las comunidades científicas de las que habla Thomas Kuhn en su libro la estructura de las revoluciones científicas trabajan desde paradigmas distintos, en virtud de que, un grupo de científicos que comparten una visión del mundo lo ven de manera similar. Es por eso que Kuhn se atreve a afirmar que: los científicos que comparten paradigmas diferentes, “trabajan en mundos diferentes”.


Desde una posición como la kuhniana, se acepta por un lado la relación dialéctica entre el sujeto y el objeto, el sujeto es quien conoce al objeto y se empeña en conocerlo mejor pero solo puede conocerlo desde la perspectiva del paradigma del que dispone, y, por otro lado el sujeto que conoce es miembro de una comunidad epistémica o científica. Todos los científicos que comparten un mismo paradigma pertenecen a una misma comunidad epistémica por eso ante los mismos estímulos, pueden tener experiencias similares.


Piénsese que el caso de un experto neumólogo cuando examina en una radiografía los pulmones de un paciente fumador. Tanto el neumólogo como el paciente ven el mismo objeto tienen disponible el estimulo sensorial, la radiografía de los pulmones del paciente; sin embargo, donde el fumador percibe solo una mancha negra, el neurólogo detecta la presencia de un avanzado enfisema pulmonar.

El filosofo hermenéutico Hans-George Gadamer llega a unas conclusiones similares por una vía distinta. Para él, los seres humanos nos convertimos en quienes somos a través del proceso de nuestra formación, la cual consiste en un ascenso a la generalidad en el contexto de la comunidad y tradición de la cual formamos parte.


Desde la perspectiva hermenéutica, los prejuicios de un interprete constituyen su preestructura de la comprensión , es decir, la estructura previa desde la cual emprende cualquier proceso de comprensión.
Gadamer dice que toda interpretación se realiza desde el horizonte del interprete, y ese horizonte se construye en el medio de la comunidad de comunicación en la cual, el interprete realiza el proceso de su formación.


La evidencia por tanto no es una simple manifestación de las propiedades del objeto, ni solamente depende del sujeto, se construye a partir de la existencia de una comunidad epistemica en la cual, el sujeto construye un horizonte de significación desde el cual interpreta al objeto.

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